Suna se crió en la isla Minion, viene de una familia modesta, no han sido nunca los que más dinero tenían pero nunca le faltó el amor de sus padres (Seko y Sarbona), su abuela (Seneli) y su hermano mayor (Sired). Creció en un ambiente pacífico pero en su adolescencia presenció un ataque de una tripulación pirata a la isla. Los marines de la base que hay en Minion pudieron acabar con ellos, pero durante el ataque fueron inevitables algunas bajas, incluidos algunos civiles. Suna, que había salido a dar un paseo, tuvo que esconderse en un local abandonado durante el ataque, y tuvo que vivir esos momentos de horror totalmente sola. Cuando los piratas cayeron, un marine la encontró y la acompañó a casa. Su familia se encontraba en perfecto estado pero estaban muy preocupados por si Suna estaba a salvo. Esa noche Suna empezó a cultivar un profundo odio a los piratas, sin embargo Seneli, su abuela, le reveló que el abuelo de Suna, llamado Solron, fue también parte de una tripulación pirata hace años, una tripulación alegre y divertida que traían risas allá donde viajaban. Suna en un inicio se sintió decepcionada de que su abuelo fuese un pirata, pero conforme fue ganando madurez comprendió que el mundo está lleno de grises, y fue ahí donde se formó un rasgo muy importante en su personalidad, la creencia de que hay bondad en todos lados, tanto en piratas como marines. Siguió creciendo convirtiéndose en una joven llena de amabilidad, sin embargo su familia cada vez ganaba menos dinero, por lo que empezó a trabajar bastante joven para ayudar económicamente. Fue a los 19 años que descubrió el oficio de cazarrecompensas, con el cual iba a poder atrapar a piratas malvados como los que atacaron la isla, ganar mucho dinero y además sería una excusa perfecta para conocer tanto piratas como marines por todos los mares, comprobando así su creencia de si realmente hay bondad en cada rincón del mundo.